martes, 25 de diciembre de 2007

LA GALLARETA lV (presente)

Como siempre dijimos, hablar de La Gallareta nos conlleva inexorablemente a hablar de “La Forestal”. Primero los curtidores alemanes y luego los capitales ingleses hicieron su gran negocio con la vista “gorda” de los gobiernos de la época que no pudieron, o no quisieron, aplicar una política más efectiva de control tanto en lo administrativo, laboral y social dejando libertad a esta empresa que actuó como “Estado dentro de otro Estado” (como se ha definido a La Forestal).

Hoy, a casi 50 años de concluida su labor en el país, que no fue producto de una crisis económica, todo lo contrario: “...sus exhortaciones ingresos de 1962 y 1963 confirman que hasta se retiró con gloria...” (1) (porque no se produjo en un retroceso y mucho menos derrumbe económico de la empresa) los otrora “florecientes pero nunca prósperos” (2) pueblos forestales entre ellos, La Gallareta, se debate en el “olvido”, en la falta de trabajo y la irremediable emigración constante de su gente en busca de nuevos horizontes que le den posibilidades de bienestar para sus familias. A decir de un vecino y ex trabajador de La Forestal de la Gallareta, “...antes (en el pueblo) se jubilaban seis o siete personas por mes y se reemplazaban por jóvenes, hoy se jubilan seis o siete por año, y no se reemplazan”.

Para entender esta historia increíble, pero que sucedió, es necesario leer todas la partes aquí publicadas que son apenas un pequeño repaso a esta vasta y conmovedora historia de los pueblos denominados “forestales” que aún genera pasiones y hasta divisiones entre los argentinos.

Referencias: 1y 2 “La Forestal...tragedia del quebracho colorado” Gastón Gori 1965.-
foto de la plaza...biblioteca "Tanino".



LA GALLARETA lll (el quebracho colorado)

“LOS DEL PUEBLO OÍMOS AL ÁRBOL CUANDO NOS DICE: TE DI MI CORAZON Y MI SANGRE. GALLARETA NACISTE CON MI MUERTE. SOY EL QUEBRACHO”.

En esta tercera parte de “La Gallareta” queremos hablar de ese gran protagonista de esta apasionante historia que sin su presencia seguramente todo hubiera sido diferente en este parte del norte santafesino: EL QUEBRACHO.

Schinopsis Balansae, Su nombre común "QUEBRACHO" nace de la conjunción de las palabras "quiebra hacha" haciendo alusión a su dureza, la que es capaz, aún, de romper la herramienta con la cual se lo corta. Paaj lo llaman los aborígenes del norte argentino. Otros nombres aborígenes son IBIRÁ-YIIBI – URUNDAY PITA – JALAN. Es nativo del Chaco, extendiéndose al norte de Santa Fe, Formosa, nordeste de Santiago del Estero y Noroeste de Corrientes.

Es un árbol de gran porte, puede alcanzar fácilmente 30 metros de altura y hasta 1,50 metro de diámetro de tronco majestuoso, de lento crecimiento, necesitando de 80 a 100 años para alcanzar de 10 a 18 metros de altura;

El principal recurso que ofrece el quebracho colorado es su relativamente elevado contenido de tanino, codiciada sustancia de múltiples aplicaciones, tanto en la industria del cuero como en la fabricación de colorantes, siendo también aptas para usos medicinales.

“Durante mas 70 años, el quebracho colorado chaqueño ha sido objeto de una explotación desmedida, irracional y abusiva, producto de la descontrolada y ciega ambición del hombre, hábil depredador de todo cuanto nos provee la Naturaleza. Íntimamente vinculada a esta explotación, ubicamos a -La Forestal-, empresa extranjera que ha protagonizado una amarga historia a lo largo de mas de medio siglo de existencia y que ha tenido como escenario, los otrora vastos bosques de quebracho en las provincias de Santa Fe y Chaco, pero que ha repercutido hondamente en toda la Nación, por las consecuencias económicas, sociales y políticas que deparó su dominante poderío” Gastón Gori “La forestal...tragedia del quebracho”1965.

Entre folklore, leyendas y creencias populares

Dentro del folklore del quebracho existe la llamada “sarna” o flechadura. Al cortar la flor y aspirar su aroma, produce inmediatamente hinchazón en todo el cuerpo, con pequeñas erupciones y fuerte escozor que dura varios días. Hay quienes son tan sensibles que con sólo pasar por debajo de un quebracho florecido sienten estos efectos.
Los indígenas ya conocían estos efluvios malignos que expandía el quebracho florecido y tenían ciertas prácticas para evitarlas o curarse: saludaban ceremoniosamente al árbol y colocaban una tortilla de ceniza en la parte más alta del árbol, atada con un hilo colorado, como símbolo de amistad, y le pedían que les saque la enfermedad. En nuestra zona se acostumbra a saludar al quebracho al revés: si es de mañana, le dicen: -Buenas tardes, señor quebracho. Y si es tarde, le dicen buenos días.
Hay una leyenda Indígena que dice el por qué de la “FLECHADURA” de este árbol que se ha convertido en creencia, por lo cual los matacos se negaban a trabajar en los obrajes.
La leyenda dice que el QUEBRACHO era tan perseguido por el hombre que un día se presentó ante Supay en busca de protección. Supay le dijo que era muy difícil evitar la destrucción que produce el hombre para ganar su jornal; pero que le daría el poder de la venganza para castigarlo cuando busca viciosamente la destrucción del árbol. Cada vez que venga con esas intenciones, dejas caer las babas que hoy te doy, las que le producirán unas ronchas muy molestas.
Los españoles de la conquista también conocieron la desagradable enfermedad del paj de los indígenas. Cuenta el padre Lozano en su “Historia de la Conquista del Paraguay, del Río de la Plata y del Tucumán” que la expedición de Diego de Rojas tuvo que sufrir toda clase de penurias. Los castellanos estaban descontentos porque “acostándose a la sombra de ciertos árboles del país la sintieron tan nociva y de tan malignas cualidades, que los hinchaba y deformaba los rostros hasta desfigurarlos.”
Referencias: foto planta del quebracho colorado
relato extraido biblioteca "Tanino".

lunes, 24 de diciembre de 2007

LA GALLARETA ll (origen del pueblo)

El pueblo de La Gallareta tuvo su origen en la instalación de la fábrica de tanino, a comienzos del siglo XX. No hay fecha cierta en cuanto al inicio de las actividades de la fábrica, ni sobre la construcción del pueblo, que fue evolucionando de acuerdo a las necesidades de la empresa propietaria.
La memoria colectiva asigna una fecha al nacimiento del pueblo: enero de 1905. El hecho que lo determina no es un acto ni un acta de fundación sino el comienzo de la industrialización del tanino. En enero de 1905 la chimenea de 60 mts. De altura, comenzó a despedir humo.
El archivo histórico de la provincia ha hecho una investigación de material bibliográfico y documental y ha producido el siguiente informe: el 20 de febrero de 1906 la Compañía de Tanino de Santa Fe solicita permiso para instalar una línea telefónica siguiendo la trayectoria del ferrocarril particular de la compañía "que ponga en comunicación nuestra fábrica ubicada en el paraje denominado Gallareta" con la estación Margarita del ferrocarril Santa Fe El Departamento de Ingenieros desconociendo la situación precisa del punto denominado Gallareta y el trayecto de la vía férrea privada le solicita a la Empresa la presentación de planos que demuestren gráficamente la trayectoria y extensión de la línea que proyecta establecer.
El plano, fechado el 29 de abril, señala la fábrica de tanino en el lugar denominado Gallareta marcando también el ramal 17 km 600 mts de estación Margarita a este punto y la línea de teléfono proyectada para uso exclusivo de la solicitante, la que es autorizada por resolución del 22 de junio.
De lo expuesto se infiere que es la Compañía de Tanino de Santa Fe la que instala la fábrica que da origen al pueblo, que en 1906 se hace referencia a La Gallareta como un paraje de situación topográfica desconocida por las autoridades oficiales, sin referirse al lugar como pueblo y que 1906 es la primera referencia documental con respecto a la fábrica y al ramal ferroviario particular.

gentileza: biblioteca "Tanino".-

LA GALLARETA l (pueblo forestalero)

Se podría decir que todo comenzó el 5 de octubre de1880, día en que se sanciona una Ley por la cual se autorizaba al Poder Ejecutivo de la Provincia de Santa Fe, Argentina, para contratar con los señores Murrieta y CIA, el pago de lo que se les adeudaba por vencimiento de un empréstito contraído con esta casa comercial de Londres 8 años antes. (1)

Esta Ley, devenida de un proyecto de forma de pago presentado al ejecutivo provincial por el apoderado de los Murrieta en Argentina, Sr. Lucas González, quien proponía pagar "un tercio de la deuda con Bonos del Tesoro y los tercios restantes, con tierras fiscales deslindadas, que se venderían en Inglaterra u otros países de Europa, para destinar el producido, al pago del empréstito". (2)

Estas tierras deslindadas para el pago de la deuda ascendían a casi 2 millones de hectáreas, (12% del territorio de la provincia), aunque hay quienes afirman que eran mas de 2.300.000 Hs.

Así nació la Santa Fe Land Company (Compañía de tierras de Santa Fe), después Compañía de Tierras, Maderas y Ferrocarriles La Forestal Limitada, luego La Forestal Argentina Sociedad Anónima de Tierras, Maderas y Explotaciones Comerciales e Industriales. (3)

De esta manera, La Forestal comenzó a extenderse por todo el norte santafesino, y mediante el tendido de sus innumerables ramales ferroviarios, sobre cuyas estaciones y desvíos fueron montadas fábricas de tanino, obrajes, aserraderos, talleres, almacenes y viviendas.

Así también la compañía fue construyendo los pueblos denominados forestales del norte santafesino. Entre ellos La Gallareta.

La Gallareta, como todos los pueblos forestales del norte santafesino, no tuvo fundador sino una empresa que lo construyó. Todo estaba dirigido por una compañía. Estaba fuera del régimen comunal por lo tanto era administrado como cosa propia de La Forestal.

LA GALLARETA dista a 250 kilómetros de la ciudad de Santa fe. Está en el k 704 de la RN11 entre las localidades de Margarita al sur y Vera al norte. Al arribar al paraje señalado como Espín, sobre la RN11, se debe recorrer con rumbo oeste 17 k por la RP83.

Referencias: 1 y 2- Leyes y Decretos de la provincia de Santa fe, recopilación oficial tomo Xll.
3- libro "La forestal...tragedia del quebracho". de Gaston Gori.
Foto desde el aire del trazado del pueblo La Gallareta. (Gentileza Biblioteca "Tanino" de La Gallareta).

jueves, 20 de diciembre de 2007




¡¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!!!
...Y POR UN MARAVILLOSO
-2008-

Mi cardenal colorado...

Cardenal colorado ( paroaria coronata). No es éste, chiví, el cardenal que alguna vez crié de guachito y que es protagonista de una historia de aquellos días de mi niñez y que cuento en este blog...es solo una fotografía en libertad, como debieran estar todas las aves del mundo.
Su copete rojo fuerte que llega hasta el pecho, su pico blanquecino, sus alas grises azuladas y demás plumaje blanco, hacen de este ave una de las más elegantes que habitan los campos y montes de estos lugares cuya historia intentamos recrear.
Su nido es pequeño y por su composición suele ser bastante inseguro; siempre empollan de a dos huevos de tamaño medio y de color blanco.
Agradecimiento muy especial a Florencia...quien gentilmente aportó la foto.


martes, 18 de diciembre de 2007

En la radio...

Posando para la foto en el estudio de la radio. De izquierda a derecha: Eduardo Baumann (conductor), Antonio Brummish (cine), y Néstor Alessio (pueblos...).
¿Escuchan...en el fondo? progrma que se emite de lunes a viernes por am 1020 (por internet: lt10digital.com.ar) radio de la Universidad Nacional del Litoral, mientras que el micro programa: "entre remolinos de tierra...historias de pueblos olvidados" todos los viernes a partir de la medianoche Argentina y hasta las dos de la mañana.
Pueden llamar y dejar sus criticas y/o contar sus historias a los teléfonos: (0342) 4 521 200 - 4 520 187/88/89.-

lunes, 17 de diciembre de 2007

La escuela...

Esta foto y las dos subsiguientes pertenecen a la colonia "La Mora". Cabe recordar que esta colonia está ubicada geográficamente al sur de la colonia "La Blanca" y al norte de la localidad de "La Penca y Caraguatá".
Las tres forman parte de una cuenca lechera muy importante en la zona que abastecen con el producto a una de las más importantes empresas lácteas de la región.
La presente foto muestra a la escuela primaria...un pequeño pero moderno edificio que reemplazó a la vieja escuela galpón de los años 1920.

La iglesia...

La iglesia de colonia "La Mora" tiene como santo patrono a "Santa Isabel" cuya imagen se bendijo el 9 de julio de 1939. La iglesia que muestra la foto se construyó en los años de la década de 1980 y hasta esa fecha la imagen de la virgen se exhibía en la escuela.

"El Ciclón"

Esta foto también pertenece a la colonia "La Mora". Es posible observar las instalaciones del club deportivo "El Ciclón" en un marcado estado de abandono producto de la ausencia de la gente que otrora diera vida plena a este lugar.
A un costado la cancha de fútbol con yuyos muy altos y las torres de iluminación en total desuso.

El camión...

Uno de los camiones encargados de recolectar diariamente la leche. Todas la mañanas (de lunes a domingo) los tamberos de las colonias de la zona sacan en tachos de 50 litros el producto lácteo a la vera del camino hasta donde llega el camión. Una vez llegado el transporte se vacían los tachos en la cisterna del mismo que transportará hasta su destino final.
En los años de la década de 1940, este recorrido se hacia en carros tirados por caballos...luego, se impuso el tractor.
En el momento de la foto, el camión transitaba la RP39 a la altura de la localidad de "La Penca y Caraguatá", en dirección Oeste-Este hacia la RN11.

lunes, 10 de diciembre de 2007

"La Mora" y "La Penca y Caraguatá"

La Mora y La Penca y Caraguatá son dos colonias que geográficamente están ubicadas al sur de “La Blanca”. No hace falta mayor descripción pues su composición social fundacional fueron análogas: inmigrantes europeos mayoritariamente italianos y españoles. También hubo presencia, aunque en menor medida, de comunidades de otomanos, alemanes, franceses, polacos entre las mas importantes. En cuanto a presencia de inmigrantes sudamericanos había paraguayos y uruguayos en números bastante importante.

En “La Mora” existía un club deportivo llamado: “El Ciclón”, una pista bailable y también se practicaba el juego de las bochas y juegos de mesa. Hoy todo a quedado reducido casi a la nada por falta de gente que ha emigrado en su totalidad, solo quedan algunos puesteros en campos cuyos dueños viven en el pueblo cabecera comunal o en la ciudad.

La localidad de “La Penca y Caraguatá” es cabecera del distrito del mismo nombre y se encuentran bajo su jurisdicción comunal las colonias de “La Mora” Y “La Rinconada”.
La Penca y Caraguatá dista 150 kilómetros al norte de la ciudad de Santa Fe y para arribar a la misma se debe emprender camino por RN11 hasta la localidad de Gobernador Crespo y desde este punto por RP39, 12 kilómetros rumbo oeste.

“La Penca y Caraguatá” fue cuna de una de las empresas lácteas mas importantes de la provincia de Santa Fe: “Tregar”, legada de una familia de inmigrantes españoles de apellido García. Hoy se ha convertido en una fuente laboral significativa para la región y es quien mantiene activa la producción lechera en la zona ante los embates de la producción intensiva de la actividad agrícola.

En los últimos 40 años, su población rural se ha visto reducida a un tercio.-
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"Entre remolinos de tierra...historias de pueblos olvidados" todos los viernes a partir de la medianoche argentina. Se emite por Radio LT10, am 1020 y en internet: lt10digital.com.ar
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jueves, 6 de diciembre de 2007

COLONIA "LA BLANCA"

COLONIA “LA BLANCA”

Esta zona rural pertenece a la jurisdicción comunal del pueblo La Criolla. Está ubicado sobre la RP 93 de tierra a 180 Km. de la ciudad de Santa Fe. Para arribar a este lugar de debe recorrer 170 kilómetros dirección norte de Santa Fe por RN11 hasta llegar al pueblo La Criolla, desde allí 13 Km al oeste por la ruta provincial mencionada.

La RP93, camino por el cual se accede a dicha colonia, es un camino medianamente abovedado, bastante ancho y de mucha tierra floja que el paso de los vehiculos suele levantar verdaderas nubes de tierra que cuando no hay viento quedan suspendidas en el aire por varios minutos tapando la visual de los transportistas, un verdadero peligro.
Hay montes a la vera del camino y cañadas que desembocan en una inmensa laguna que se llama “Laguna La Blanca” y que ésta a la vez desemboca en el temible Rió Salado que es considerado el rió mas largo de la Argentina.

En épocas de primavera y verano, las cañadas que orillan el camino suele parecerse a cualquier tela del gran Vincent Van Gogh, impresionan la belleza de las chiras multicolores que parecen danzar al compás del viento que las mueve. A este espectáculo de la naturaleza hay que agregar el silbido que produce el viento entre las ramas de los aromitos y espinillos, pequeños árboles que componen los montes de la zona, y si UD. agudiza sus oídos, seguramente percibirá el chapotear del agua sobre los verdes juncos que bordean los espadañales, los chajas que centinelan sus dominios y el golpeteo sin cesar de las alas de los patos crestones y siriríes que en bandadas de cientos todas las tardecitas cruzan los charcos esquivando muchas veces millones de municiones de escopetas apuntando al cielo.

Todo es llanura...todo es verde campo sin embargo también tiene su propia aunque muy pequeña zona urbana donde se emplazan un par de casas de comercio abastecidas desde el pueblo.

También un establecimiento educativo primario, la iglesia: San Juan Bautista y un club de fútbol: “Juventud Unida”. Cuenta la historia que en la década de los años 1940, esta colonia sufrió un desencuentro de caracter político entre sus habitantes que la llevó a su división. A partir de ese hecho pasó a conocerse como “las dos blancas, es decir, la histórica pasó a denominarse "1ª Blanca" y la naciente "2ª Blanca" que es la única que perdura. Allí se encuentra el único club de fútbol denominado: “blanca central” cuyos atuendos son el rojo y el negro.
Entre otros deportes se practicaba “las bochas”, el tiro a “la Taba”, las “cuadreras” destacándose el caballo “el pinto” que llegó a participar en el hipódromo de la ciudad de Santa Fe con la denominación “don Mario” en homenaje a su dueño. Hoy solo se practica fútbol aunque a veces, al decir de un lugareño, no alcanza la gente para formar dos equipos.

Es un lugar que fue fundado por inmigrantes europeos, mayoritariamente italianos y españoles, a principios del siglo XX cuando apenas era una estancia donde se explotaba solamente la Agrícultura. Con los años se convirtió en productora ganadera y hoy forma parte de una importante cuenca lechera. Pero las crisis de trabajo y las nuevas formas de producción agrícola, fundamentalmente en el monocultivo intensivo de la soja, han creado una situación insostenible para sus pequeños y medianos productores que, en muchos de los casos, han tenido que vender o alquilar sus chacras o parcelas de tierra por la poca rentabilidad de su producción, formándose una suerte de latifundios que obligan a la emigración de sus habitantes a las grandes urbes a buscar un trabajo que ya no encuentran en su lugar de origen.

Para muchos solo queda el recuerdo de tiempos añorados y la historia se mantiene viva solo por las vivencias y anécdotas que se transmiten de generación en generación.
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Los invito a escuchar el micro programa: “Entre remolinos de tierra...historias de pueblos olvidados” donde contamos estas historia y que se emite por LT10 Radio de la Universidad Nacional del Litoral de la ciudad de Santa fe, Argentina, en el programa “¿Escuchan...en el fondo? todos lo viernes a la medianoche de la Argentina. La frecuencia de la radio es 1020 del dial...y si estás fuera del alcance de la emisora o en el exterior, podes escucharnos a través de Internet a la siguiente dirección: lt10digital.com.ar.
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miércoles, 21 de noviembre de 2007

Mi cardenal colorado

En una de mis vacaciones escolares en el campo de mis tíos, producto de la caza de mis tramperos, me traje dos hermosos cardenales colorados que coloqué en una pajarera grande que mi papá me había construido en un costado del patio de mi casa. Esta pajarera estaba emplazada sobre piso de tierra junto a un tapial de ladrillos que marcaba el límite de mi casa con la vereda. Tenía techo de chapas que yo había pintado de color verde y los tres lados restantes estaban cubiertos con tejido fino especial de color plateado. Allí colocaba mis aves en cautiverio, había cardenales, varios ejemplares de jilgueros, reinamoras, diamante mandarina, loritos multicolores y hasta un yunta de chororoes y Juan soldado entre otros ejemplares. Mi exposición de aves en cautiverio se completaba en jaulas individuales con un cardenal amarillo y una familia bastante numerosa de canarios amarillos, flautas y rosados.

Una tarde luego de dos días de mi regreso del campo en esas vacaciones, llegó a mi casa mi tío Mario con dos pichoncitos de cardenales colorados muy pequeñitos comenzando a emplumar. Del relato que mi tío hizo sobre el hallazgo de las avecillas, se desprendía que eran pichones de los cardenales apresados por mis tramperos días atrás. A pesar de mi niñez, aquella imagen de los pichoncitos que con mi accionar había dejado huérfanos, desamparados y expuestos a una muerte segura, provocó en mi ánimo un profundo estado de angustia y tristeza pero que ya no se podía remediar. Mi primer reacción fue introducirlos en la pajarera grande donde estaban en cautiverio sus padres pero por miedo a que éstos los rechazaran o desconocieran decidí colocarlos en una pequeña jaulita y criarlos guachitos.

Al otro día, uno de los pichoncitos amaneció muerto y el otro que no había dejado de piar toda la noche, se mostraba hambriento. Con la ayuda de mi abuela Margarita que vivía con nosotros, le preparé su primer comida: carne roja apenas cocinada que el “bebe” cardenal devoró gustosamente.
La dieta se completaba con migas de pan humedecido con leche, yema de huevo hervido y a medida que iba creciendo, le agregaba maíz muy finamente pisado y semillas de mijo que comía al compás de un fino silbido que yo improvisaba como queriendo reemplazar el llamado de sus padres. A los pocos días el pichón estaba completamente emplumado y con un pintoresco y erguido copete marrón. (Hay que decir que antes de ser adultos las primeras plumas del copete colorado de los cardenales son de color marrón).

El cardenal creció y su copete bien rojo fue. Trinaba de día y a la noche cuando se prendía alguna luz, en ocasiones imitaba el silbo cuando de pichón lo llamaba a comer. A veces directamente respondía a mi silbo.

Pasaron tres años y acaso la historia se repetía. Un muchacho de la “cinco esquinas” que sabía de mi entusiasmo por los pajaritos en cautiverio, un día pasó por mi casa a vender un pichón de cardenal en su propio nido...al ver mi cara mi mamá se lo compró. Sin perder tiempo, ya con mi experiencia de criador, lo coloqué en la misma jaulita donde creció “chiví” (así había bautizado al guachito cardenal). Ya no estaba mi abuela así que la dieta para el nuevo criado la preparé yo solito.
A la jaulita con el nuevo pichón la colgaba a escasos dos metros de la jaula del cardenal, quizá y sin darme cuenta, estaba colocando frente al ave maduro su propia historia. De repente un buen día el cardenal adulto empezó a entristecer, no se oía más su dulce y ensordecedor trinar, observé que no comía y en silencio se pasaba todo el día acurrucado sobre la rama que atravesaba el largo de su casita de alambre. No entendía que le sucedía. A mi llegada de la escuela pasaba horas acariciando su hermoso y suave plumaje gris azulado de sus alas y no me rechazaba a picotazos como acostumbraba hacer cada vez que introducía en su jaula mi mano. Al cabo de tres días el guachito cardenal murió.

Me dijeron después que los cardenales criados guachos son muy celosos de sus amos...y como que no aceptan otra cría del mismo linaje en sus “dominios”.

Pasaron varias semanas y el nuevo pichón creció como había crecido “chivi” y cuando su copete rojo fuego denunciaba su adultes, una mañana con la jaulita bajo mi brazo derecho monté mi bicicleta la cual pedalee hasta llegar al monte mas cercano del pueblo. Me detuve frente a unos florecidos aromitos y espinillos, lentamente abrí la puertita de la pequeña jaula y esperé su libertad. No demoró en salir el cardenal. Primero ensayó un corto y muy complicado vuelo, más que vuelo un aleteo desesperado, hasta llegar a las ramas mas bajas del primer árbol. Allí se quedó un buen rato picoteando la rama donde se había posado, desplumándose con su pico y, de vez en cuando, observaba su alrededor. Yo, que desde un costado del camino paralizado por la emoción jamás vivida, no quitaba mi mirada de su figura, de repente un nuevo aleteo y el cardenal estaba en la cima del árbol. Escuche un corto gorjeo y el último vuelo vi introduciéndose en el interior del monte.

Monté mi bicicleta y lentamente comencé a desandar los tres kilómetros y medio camino de regreso a mi casa.-

mis vacaciones en el campo

Mis padrinos de bautismo fueron mis tíos maternos: Blanca, media hermana de mi mamá y Mario, su esposo. Mario era un pequeño productor agrícola de la “La Blanca” colonia que dista a 13 kilómetros al oeste del pueblo “La Criolla”. Allí pasaba mis vacaciones escolares: una semana en julio y quince o veinte días en enero. En invierno no tenía mucho tiempo pero en verano mis días en el campo eran bastante agitados. Me despertaba con el primer canto de un gallo (cinco de la mañana), medio colorincho de cogote pelado que dormía entre las ramas de un naranjo cerca de la ventana del dormitorio asignado para mi, me levantaba y súbitamente me dirigía al corral (unos cincuenta metros de la casa) donde decenas de vacas esperaban ser ordeñadas. Me gustaba presenciar el espectáculo de ordeñe de las vacas mientras esperaba el llamado de un primo ordeñador que me entregaba en un tachito de lata los primeros litros de leche que yo le alcanzaba a mi tía para el preparado del desayuno.
En una cocina a leña, mi tía cocía la leche hasta su primer hervor que luego cortaba con café, y no sé que le agregaba, dándole un sabor particular que era muy ambicionado por mi. El desayuno se completaba con pan y manteca casero, a veces dulce de leche y en ocasiones, chorizos de la última carneada. ¡¡¡Viva el colesterol!!

Una vez desalojadas las vacas del corral- yo le abría la tranquera- y tomado el desayuno, acompañaba a mi primo (él me dejaba manejar la chata tirada a caballos) hasta la cremería donde se entregaba el producto del ordeñe diario.

Al regreso de la cremería, nueve de la mañana aproximadamente si no había que hacer compras en el almacén de ramos generales del pueblito de la colonia, colocaba en algún lugar estratégico el cilindro de tejido que yo utilizaba para cazar pajaritos y los dos tramperos de cardenales que los recorría después del almuerzo y antes de la obligada siesta.
A la tarde, en ocasiones acompañaba a mi primo o tío en algún quehacer en el campo como arar o algún recorrido rutinario a caballo por el mismo. Y llegada la tardecita hacía mi último recorrido por los tramperos de pajaritos a recoger las aves prendidas y retirar los elementos de caza que volvía a colocar al día siguiente.

si quieres escucharnos...

Todos los viernes a partir de la medianoche en LT10 Radio de la Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, Argentina, hacemos “Entre remolinos de tierra...historias de pueblos olvidados”. En dicho micro que se emite en el programa ¿Escuchan...en el fondo?, intentamos pincelar de la mejor manera las “mil y una” historias de cientos de pueblos y de su gente de la provincia y el país entero.
Si estás lejos del alcance de nuestra emisora (o en el exterior) puedes escucharnos vía Internet en la siguiente dirección: lt10digital.com.ar

dos nombres para mi pueblo

Mi pueblo natal se llama “La Criolla” aunque también se lo conoce con el nombre de “Cañadita”.
Cuenta la historia que para fines del siglo XlX y principios del XX esas tierras estaban subdivididas en estancias para su mejor administración. Entre los años 1900 y 1920, Una compañía bancaria con base en Buenos Aires compra esas tierras formando lo que se conoció como “Compañía La Criolla SA Rural e Industrial” que a partir de 1923 inició un proceso de mensura fraccionando las tierras en pequeñas parcelas desde 100 a 150 hectáreas cada una aptas para la producción agrícola, dando –de esta manera- comienzo a importantes colonias.

En 1927, un inmigrante italiano, Nicolás Nitri, funda el pueblo tomando para si el nombre de la compañía allí emplazada. Cañaditas era el nombre de una estancia (rodeada de cañadas- de ahí su nombre) de la otrora subdivisión donde, en su parte oeste, se efectúa el trazo del nuevo pueblo que se llamará La Criolla.
La estación de trenes del antiguo ferrocarril Santa Fe, después ferrocarril General Belgrano, perteneciente a la línea Santa Fe- Reconquista y luego Resistencia, que se puso en funcionamiento en el año 1889, en un primer momento fue designada con el nombre de “Kilómetro 165” por ser esta la distancia entre el antiguo paraje y la ciudad de Santa Fe. Mas adelante la estación pasa a denominarse “Cañadita” hasta la desaparición final de los ferrocarriles argentinos en la era menemista de los años 1990/99.

En la actualidad, La Criolla- o también Cañadita para los vecinos con mas edad- tiene un poco mas de 2.000 habitantes y bajo su jurisdicción comunal se encuentran las colonias de “La Blanca”, “El Pantanoso”, “Ovejitas” y “La Argentina”.

martes, 20 de noviembre de 2007

Quién soy..de dónde vengo...

Me llamo Néstor Alessio y soy oriundo de un pueblo que se llama La Criolla. El mismo está situado sobre la RN11 y dista en dirección norte a 170 kilómetros de la ciudad de Santa Fe.
Este pueblo de poco más de 2.000 habitantes, fue fundado por un inmigrante italiano, Nicolás Nitri, en el año 1927 aunque oficialmente sus planos fueron aprobados dos años después.

El origen de mi apellido paterno, Alessio, es italiano de la provincia de Udine en la región de Friuli-Julia-Venezia, noreste de la península itálica. Mi apellido materno, Sánchez, es de origen español de la provincia de Zamora región: Castilla La Vieja.

En la actualidad vivo en la ciudad de Santa Fe.-

lunes, 19 de noviembre de 2007

mipuebloyyo

Mi pueblo y yo sintetiza la idea de hacer conocer los pueblos de la provincia de Santa Fe y la Argentina que han quedado en el olvido. Un olvido que nada tiene que ver con la memoria colectiva de la gente sino de políticas orientadas a un desarrollo laboral que tienda a detener la emigración constante de éstos a las grandes urbes donde tampoco consiguen lo que vienen a buscar y en su mayoría terminan engrosando las villas miserias.
Mi pueblo y yo: "Entre remolinos de tierra...historias de pueblos olvidados" en radio LT10, Radio de la Universidad Nacional del Litoral, en el programa ¿Escuchan...en el fondo? conducido por Eduardo Baumann, los viernes/sábado a la medianoche.
Los espero...pueden llamar (0342) 452 0187.
Un abrazo.
Nestor.-