
Queridos amigos:
El primer viernes de octubre de 2007 dábamos inicio al micro programa radial “Entre remolinos de tierra…historias de pueblos olvidados”, que dos semanas más tarde dio origen al blog “Mi pueblo y yo” lo que significa que el próximo viernes estaremos cumpliendo un año al aire. Es por eso que quiero compartir con ustedes esta semana de cumpleaños con esta semblanza, que no es mas que un sentimiento pueblerino.
“No tiene nada distinto a otro pueblo;… lo cruzan los pájaros, lo cruza la pampa… La gente es la misma, Con sus penas hondas y sus penas leves; La gente se ríe, comercia, se casa… El tren ya no pasa, La ruta al costado esquiva sus calles”. (*)
Jorge Isaías, conocido como el poeta de la “pampa gringa”, desde su “Los Quirquinchos” natal, con este fragmento ilustra con mirada de cóndor las similitudes fundacionales y actuales de nuestros pueblos, que fueron la base para la construcción de esta Nación llamada: Argentina.
Nuestros pueblos, más allá de la impronta de sus fundadores y en especial sus primeros moradores, tienen historias en común: su trazado, el ferrocarril como centro y desarrollo y “la ruta al costado” esquivando las calles como queriendo mantenerse al margen de una historia que también le pertenece.
Y mi pueblo no tiene nada distinto…
Nació la colonia de una pequeña
parcela de tierra en la eterna llanura.
Tiene historias de inmigrantes con sueños de aurora.
Constructores de vida allende los mares
en tiempos de guerra en el origen lejano.
Fundose con un buey, un arado viejo y detrás el hombre
tapando los surcos por donde mil veces germinaron las semillas
en soles de trigo y mares de lino.
Hubo un ferrocarril que otrora
marcó con sus vías el camino infinito y tiene la ruta al costado
que elude sus calles como la luna el amanecer.
Tiene una plaza con enormes plantas,
Jardines con rosas blancas y del mismo color
una iglesia alba de fe contenida.
Tiene una escuela pequeña pero con pulcros ruidos…
mi pueblo no es grande porque lo cruza la pampa
Pero descubre crepúsculos y roba remolinos al viento.
Tiene luces en cada esquina
que son niños con nombres de abuelos.
El cielo es azul y es inmenso.
La luna vela (**) los días
Tiene callecitas angostas y en ellas siluetas dormidas
que esperan despertar algún día.
Tiene un almacén, una herrería, panadería
Y la estación del ferrocarril
por donde ya no pasa el tren.
Tiene montes de ombúes, también hubo quebrachos…
un arroyo, más lejos una laguna,
siestas de zorzales y por las noches grillos en concierto.
Tiene a su gente que es la misma
“con sus penas hondas y sus penas leves”. (***)
Sus muertos, memoria y los recuerdos que se mantienen.
Tiene el lugar donde nací, El paisaje que me vio crecer,
los amigos de la niñez, la juventud
y aquel amor primero que no pasó más del intento.
Es como un árbol con la raíz bien adentro de la tierra,
será por eso que llevo a mi pueblo
Crecido en el alma.
*******************************
*Jorge Isaías”, autor del párrafo primero.
** “Vela” de velar. (de ocultar)
*** Frase correspondiente al fragmento de J. Isaías.
P/D: perdón, esta foto ya se ha publicado pero es la única que tengo en el estudio de la radio.-
El primer viernes de octubre de 2007 dábamos inicio al micro programa radial “Entre remolinos de tierra…historias de pueblos olvidados”, que dos semanas más tarde dio origen al blog “Mi pueblo y yo” lo que significa que el próximo viernes estaremos cumpliendo un año al aire. Es por eso que quiero compartir con ustedes esta semana de cumpleaños con esta semblanza, que no es mas que un sentimiento pueblerino.
“No tiene nada distinto a otro pueblo;… lo cruzan los pájaros, lo cruza la pampa… La gente es la misma, Con sus penas hondas y sus penas leves; La gente se ríe, comercia, se casa… El tren ya no pasa, La ruta al costado esquiva sus calles”. (*)
Jorge Isaías, conocido como el poeta de la “pampa gringa”, desde su “Los Quirquinchos” natal, con este fragmento ilustra con mirada de cóndor las similitudes fundacionales y actuales de nuestros pueblos, que fueron la base para la construcción de esta Nación llamada: Argentina.
Nuestros pueblos, más allá de la impronta de sus fundadores y en especial sus primeros moradores, tienen historias en común: su trazado, el ferrocarril como centro y desarrollo y “la ruta al costado” esquivando las calles como queriendo mantenerse al margen de una historia que también le pertenece.
Y mi pueblo no tiene nada distinto…
Nació la colonia de una pequeña
parcela de tierra en la eterna llanura.
Tiene historias de inmigrantes con sueños de aurora.
Constructores de vida allende los mares
en tiempos de guerra en el origen lejano.
Fundose con un buey, un arado viejo y detrás el hombre
tapando los surcos por donde mil veces germinaron las semillas
en soles de trigo y mares de lino.
Hubo un ferrocarril que otrora
marcó con sus vías el camino infinito y tiene la ruta al costado
que elude sus calles como la luna el amanecer.
Tiene una plaza con enormes plantas,
Jardines con rosas blancas y del mismo color
una iglesia alba de fe contenida.
Tiene una escuela pequeña pero con pulcros ruidos…
mi pueblo no es grande porque lo cruza la pampa
Pero descubre crepúsculos y roba remolinos al viento.
Tiene luces en cada esquina
que son niños con nombres de abuelos.
El cielo es azul y es inmenso.
La luna vela (**) los días
Tiene callecitas angostas y en ellas siluetas dormidas
que esperan despertar algún día.
Tiene un almacén, una herrería, panadería
Y la estación del ferrocarril
por donde ya no pasa el tren.
Tiene montes de ombúes, también hubo quebrachos…
un arroyo, más lejos una laguna,
siestas de zorzales y por las noches grillos en concierto.
Tiene a su gente que es la misma
“con sus penas hondas y sus penas leves”. (***)
Sus muertos, memoria y los recuerdos que se mantienen.
Tiene el lugar donde nací, El paisaje que me vio crecer,
los amigos de la niñez, la juventud
y aquel amor primero que no pasó más del intento.
Es como un árbol con la raíz bien adentro de la tierra,
será por eso que llevo a mi pueblo
Crecido en el alma.
*******************************
*Jorge Isaías”, autor del párrafo primero.
** “Vela” de velar. (de ocultar)
*** Frase correspondiente al fragmento de J. Isaías.
P/D: perdón, esta foto ya se ha publicado pero es la única que tengo en el estudio de la radio.-