
A pedido de los oyentes del programa de la radio, hoy editamos en el blog esta entrada dedicada a uno de los barrios más tradicionales de la ciudad de Santa Fe, Argentina. Se trata del barrio denominado “Candioti”.
La investigación histórica nos lleva a situarnos a fines del siglo XlX y comienzos del XX con la llegada de numerosos contingentes de inmigrantes europeos entre ellos: italianos, españoles y franceses.
Hay que decir que por aquellos años la ciudad colonial estaba situada en el extremo sur junto al río y la única salida para la expansión urbanística era hacia el norte.
El barrio “Candioti” se emplaza al noreste del casco histórico de la ciudad junto a la estación del ferrocarril francés y muy cerca de puerto en construcción lo que ofrecía una perspectiva laboral muy importante.
“Con la llegada de los franceses, italianos y españoles penetraron las diferentes lenguas y costumbres, los oficios y artesanías y también el sindicalismo obrero y el industrialismo de Europa”.
La estructura social se fue polarizando en dos grupos. Los peones y jornaleros, en su mayoría criollos con poca instrucción y de escasos recursos, y por otro lado los inmigrantes europeos, en su mayoría trabajadores y comerciantes, con un alto sentido del trabajo, el ahorro y el progreso.
La construcción de las casas le iba dando al barrio su propia particularidad, se conocían con la denominación de “casas chorizos” o también “casas de gringos” que consistía en varias habitaciones a lo largo de una amplia galería y un baño al medio.
Los oficios de los inmigrantes eran diversos aunque, en su mayoría, definidos por su origen. Por ejemplo, los franceses eran peluqueros, cocineros y sastres; los italianos albañiles, vendedores ambulantes de frutas, pan y pescado; y los españoles eran mozos, barrenderos, ladrilleros o lecheros.
Al mismo tiempo que el barrio crecía ediliciamente, se fueron construyendo otros edificios que marcaron la impronta de las comunidades inmigrantes, como por ejemplo: la Alianza Francesa, el Ferrocarril Francés, el Colegio de las Adoratrices, la Casa de la Cultura, el ferrocarril General Belgrano y años más tarde, la tradicional Cervecería “Santa Fe” que aún perdura.
El nombre del barrio “Candioti” es en alusión a Dn Marcial Candioti, propietario de la mayor cantidad de los terrenos del lugar que los donó a la Municipalidad para la instalación de algunas instituciones. El resto se loteo en pequeños solares a muy bajo precio y en formas de pago muy accesibles.
La creciente y acelerada prosperidad del barrio atrajo a más inmigrantes europeos y también emigrantes de varias provincias del norte del país lo que obligó a la municipalidad la extensión urbana hacia el norte.
En el año 1992, por una cuestión de organización y de jurisdicción, una ordenanza municipal divide al barrio en Sur y norte, conociéndose en la actualidad como: barrio “Candioti” sur, el tradicional, y barrio “Candioti” norte.
Foto: Boulevard Gálvez. (eje céntrico de la división norte –sur del barrio
Fuente consulta: “Alma de barrio” Juan Manuel Fernández.
La investigación histórica nos lleva a situarnos a fines del siglo XlX y comienzos del XX con la llegada de numerosos contingentes de inmigrantes europeos entre ellos: italianos, españoles y franceses.
Hay que decir que por aquellos años la ciudad colonial estaba situada en el extremo sur junto al río y la única salida para la expansión urbanística era hacia el norte.
El barrio “Candioti” se emplaza al noreste del casco histórico de la ciudad junto a la estación del ferrocarril francés y muy cerca de puerto en construcción lo que ofrecía una perspectiva laboral muy importante.
“Con la llegada de los franceses, italianos y españoles penetraron las diferentes lenguas y costumbres, los oficios y artesanías y también el sindicalismo obrero y el industrialismo de Europa”.
La estructura social se fue polarizando en dos grupos. Los peones y jornaleros, en su mayoría criollos con poca instrucción y de escasos recursos, y por otro lado los inmigrantes europeos, en su mayoría trabajadores y comerciantes, con un alto sentido del trabajo, el ahorro y el progreso.
La construcción de las casas le iba dando al barrio su propia particularidad, se conocían con la denominación de “casas chorizos” o también “casas de gringos” que consistía en varias habitaciones a lo largo de una amplia galería y un baño al medio.
Los oficios de los inmigrantes eran diversos aunque, en su mayoría, definidos por su origen. Por ejemplo, los franceses eran peluqueros, cocineros y sastres; los italianos albañiles, vendedores ambulantes de frutas, pan y pescado; y los españoles eran mozos, barrenderos, ladrilleros o lecheros.
Al mismo tiempo que el barrio crecía ediliciamente, se fueron construyendo otros edificios que marcaron la impronta de las comunidades inmigrantes, como por ejemplo: la Alianza Francesa, el Ferrocarril Francés, el Colegio de las Adoratrices, la Casa de la Cultura, el ferrocarril General Belgrano y años más tarde, la tradicional Cervecería “Santa Fe” que aún perdura.
El nombre del barrio “Candioti” es en alusión a Dn Marcial Candioti, propietario de la mayor cantidad de los terrenos del lugar que los donó a la Municipalidad para la instalación de algunas instituciones. El resto se loteo en pequeños solares a muy bajo precio y en formas de pago muy accesibles.
La creciente y acelerada prosperidad del barrio atrajo a más inmigrantes europeos y también emigrantes de varias provincias del norte del país lo que obligó a la municipalidad la extensión urbana hacia el norte.
En el año 1992, por una cuestión de organización y de jurisdicción, una ordenanza municipal divide al barrio en Sur y norte, conociéndose en la actualidad como: barrio “Candioti” sur, el tradicional, y barrio “Candioti” norte.
Foto: Boulevard Gálvez. (eje céntrico de la división norte –sur del barrio
Fuente consulta: “Alma de barrio” Juan Manuel Fernández.